Esto es un caso real que le puede pasar a cualquiera, hemos llegado a unos extremos que solo se da valor al dinero y no hay miramientos por nadie, la vida es lo ultimo que se respeta, para las mafias solo impera el maldito materialismo convertido en ansia de poder, trata de mujeres, dogas y ahora trafico de órganos, el tema es serio y debemos estar muy atentos a quienes nos rodean, sobre todo en discotecas y en fiestas de cualquier índole, no debemos
de las apariencias el más tonto hace relojes